Este lunes, los españoles han empezado a devolver absolutamente todo lo que compraron en el Black Friday. Tras dos días con los televisores de 75 pulgadas, las cámaras 8K o los ordenadores con memorias RAM de 2500 GBs en casa, los españoles se han dado cuenta de que no necesitaban ninguna de esas cosas y han iniciado los trámites para deshacerse de ellas.
Las colas han vuelto a los comercios españoles y muchos clientes se han reencontrado tres días después. “El viernes hacíamos cola para comprar y hoy hacemos cola para devolver”, explican dos jóvenes que se han hecho amigos tras esperar juntos varias horas a las puertas de un Mediamarkt.
“Vengo a devolver el dron porque me he dado cuenta de que, aunque he ahorrado 50 euros comprándolo, nunca he querido un dron, no sé para qué sirve y me he gastado 300 euros que no tengo”, declara un señor en la cola de Atención al Cliente de El Corte Inglés.
Esta estampa se repite a lo largo y ancho del país. El tradicional Return Monday ha colapsado de nuevo todas las tiendas que ya se colapsaron con el Black Friday. “Todos ganamos con estas ofertas”, reconoce un dependiente de un Worten. “Los clientes pueden comprarse cosas que no necesitan, los dependientes trabajamos más por el mismo dinero y los comercios consiguen muchos más beneficios”, celebra.
Una semana después del Black Friday, y gracias al Return Monday, empezará el Black Friday en Wallapop, donde millones de personas intentarán deshacerse de las cosas que compraron y que no han podido devolver porque han tirado la caja o cualquier otro motivo que a los comercios les sirva de excusa para mantener la venta.
