Tras comprobar lo cara que es la ropa infantil y, en general, el gasto que supone criar a un niño, Tania Sanchís, una mujer de Torrejón de Ardoz que lleva ya 15 meses embarazada, está decidida a aguantar el embarazo hasta las 832 semanas para que su hijo nazca ya con edad de trabajar, según ha podido saber la prensa.
«Es incómodo y nos perderemos la infancia de nuestro hijo, pero ahorraremos 16 años de manutención y, en cuanto nazca, empezaremos a ganar dinero», explica Tania.
«Va a ser nacer y, a los pocos días, ponerse a trabajar en la ferretería de su tío Luis», asegura la mujer, que ya tiene ganas de ver a su hijo «y de sumar un sueldo a casa».
La mujer admite que el embarazo se le hará «como todos, un poco pesado y un poco largo», pero cree que la jugada le saldrá a cuenta, a la larga. «Es un viejo truco que los médicos odian, un hackeo», explica Tania, que considera que su hijo también agradecerá nacer como un hombre hecho y derecho y no como «una persona dependiente», ha explicado a los periodistas.
La mujer entiende que las contracciones que lleva soportando desde hace seis meses serán peores de aquí a unos años, cuando su hijo empiece la adolescencia y se ponga «especialmente rebelde, como todos a esa edad».