La organización de la Copa Mundial de Qatar 2022 ha decidido «apostar por la participación de las mujeres» en la competición conjugándola, eso sí, «con los valores tradicionales de la cultura local». El resultado es la disputa de un encuentro inaugural en el que se enfrentarán mujeres contra piedras.
La ley islámica de la sharia, que contempla castigos físicos como latigazos y lapidaciones a mujeres, es compatible al parecer con las reglas del fútbol, aunque el partido tendrá un carácter «relativamente amistoso, todo lo amistosa que pueda ser una piedra», y no formará parte de la competición oficial. Es, según admite el régimen qatarí, «un gesto más simbólico que otra cosa para mostrar al mundo que las mujeres también pueden pisar el terreno de juego en nuestro país».
La FIFA reconocía esta mañana que la propuesta de un enfrentamiento inaugural de esta naturaleza es «poco ortodoxa», pero anima a «respetar las distintas sensibilidades y las costumbres de cada región».
Los organizadores del Mundial no cometerán esta vez el error en el que cayeron al preguntar qué artista quería cantar en la inauguración. Tanto las mujeres como las piedras las elegirá de forma unilateral un equipo de hombres expertos en la materia.
