Esta mañana, la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) ha sido condenada a indemnizar a un cliente que pidió un cupón que tocara y que luego no tocó. El comprador insiste en que él le dijo claramente al dependiente del quiosco que le diese un número ganador, pero finalmente recibió uno que no se llevó nada.
La indignación se ha apoderado de todos los españoles que juegan semanalmente a la ONCE y se están empezando a destapar gran cantidad de casos similares. “Yo siempre le digo al dependiente que me dé un cupón que toque, y en diez años todavía no me ha hecho caso”, denuncia una señora que ha perdido miles de euros en lotería. “Cuando fui a sellar el boleto le pedí que me hiciera rico, y el dependiente me ignoró totalmente”, expresa otro cliente estafado.
Ahora, la entidad tendrá que pagar dos millones de euros al comprador que denunció la situación después de que varios testigos confirmaran que el cliente dijo “dame uno que toque, eh, sobre todo que toque”. El afectado, Toño Pedarral, reclama más dinero porque el premio del cupón al que jugó ascendía a nueve millones de euros. “Tengo la sensación de que me han robado siete millones delante de mis narices”, protesta.
El Gobierno ha informado esta misma semana de que los jugadores de fútbol que estropeen un pleno al 15 marcando un gol en el último minuto tendrán que cumplir una condena y enfrentarse a varios años de cárcel.
