Woody Allen planea retirarse del mundo del cine. Así lo ha afirmado el propio cineasta en una entrevista publicada este sábado en el periódico español La Vanguardia con motivo del lanzamiento de su próxima colección de relatos, Gravedad cero, el 27 de septiembre. “Me apetece pasar más tiempo con mi familia”, ha dicho el cineasta sin que por ello esté implicando nada extraño, que os conozco, os tengo, vamos, caladísimos y sé perfectamente en lo que estáis pensando y para nada, en absoluto, se está insinuando eso que pensáis, pero es que ni de lejos.
“Quiero estar con mis hijos”, ha dicho el neoyorkino sin que por “estar” haya dejado caer nada extraño, ni siquiera en broma, que os conozco y, creáis o no en la inocencia del director (respecto a ciertas acusaciones que ni siquiera es necesario mencionar aquí), no hay que pensar que todo lo que hace está relacionado con dicho tema, que estáis siempre con lo mismo.
Ojo con hacer algún comentario fuera de lugar, que nos conocemos.
Allen se encuentra a punto de empezar el rodaje de su próxima película en París y que todavía no sabemos si va o no sobre un hombre maduro seduciendo a una mujer muchísimo más joven y, de hecho, no tendría por qué, lo que pasa es que siempre estáis con lo mismo y por tanto lo quiero dejar claro desde ya: no lo sé, no sé de qué va la película. De hecho, este artículo no va sobre esa película, va sobre un director de cine cuya película número 50 será también la última, por lo que a partir de ahora pasará más tiempo en casa (haciendo cosas completamente normales y moralmente OK, no es necesario andar siempre sospechando de todo y creyéndose todo lo que uno lee en internet, lo que pasa es que os tengo caladísimos y es mencionar a Woody Allen y ya empezáis con las tonterías).
«Mi próxima película será la número 50, creo que es un buen momento para detenerse [en lo de hacer cine]. Mi idea, en principio, es no hacer más cine y centrarme en escribir y estar con mi familia [haciendo cosas familiares normales]”, ha declarado.
