Cualquiera que esté intentando vender una vivienda sabe que no es un asunto nada sencillo, las negociaciones pueden ser largas y duras, pero lo que mucha gente desconoce es que, en un día, hay varias horas clave en la que los compradores están más vulnerables y es más fácil convencerles para que acepten tus condiciones. A continuación, nuestros expertos de Idealista te dicen cuáles son.
Las 11:35, cuando el comprador se está cagando. A esa hora de la mañana, tu comprador siempre tiene ganas de hacer de vientre, por lo que no querrá demorar la negociación. Menos aún si, durante la visita, le dices que solo los propietarios pueden usar el baño.
Las 17:23, justo después del café de las cinco. Esta es una hora de somnolencia y de cansancio en la que la gente solo quiere que la dejen en paz, si le hablas de tu piso al cliente en ese momento, acabará pagando lo que pides solo para que le dejes tranquilo.
Las 21:10, durante el ‘afterwork’ con el gin-tónic. Pásate a esa hora por el bar «El Canalla» y te encontrarás a tu comprador tan relajado que podrías venderle hasta tu plaza de parking en las afueras de Mirasierra.
Las 23:50, cuando lo arropes antes de dormir. Cuéntale un buen cuento, acaríciale cariñosamente el pelo y no habrá precio por tu piso que no esté dispuesto a pagar.
Las 5:30, mientras el comprador está durmiendo. El subconsciente es muy fácil de convencer, háblale de tus condiciones mientras duerme y acabará firmando la compra antes de que le suene el despertador.
