Tras su cuarta mudanza en menos de cinco años debido a su ingreso en un programa de protección de testigos, el empresario de la recogida y gestión de residuos Bernardo Miller ha empezado a asumir que elige mal a sus amigos. Este aplicado padre de familia natural de Burgos, pero que vive en Cuenca y tiene acento del sur de Italia, está convencido de que tiene que ser más exigente a la hora de elegir sus amistades.
Este nuevo cambio de país ha sido una auténtica losa para su familia, ya que sus hijos se habían integrado muy bien en Fresno, localidad situada en el interior de California. De momento, Bernardo ha caído bien a los vecinos de la urbanización conquense en la que vive porque se ha comportado como una persona educada y reservada, lo que le da esperanzas en esta nueva vida.
Por su parte, los amigos que Bernardo ha dejado atrás también han asumido que lo han elegido mal a él, puesto que se ha chivado de todos y ahora cumplen importantes penas de prisión. A muchos de ellos les sorprendía el enorme bulto que llevaba siempre en el pecho y que a veces se acoplaba al acercarse a un altavoz, pero habían asumido que tenía un corazón tan grande que no le cabía en el pecho.
Al cierre de la edición, la prensa conquense ha notificado la desaparición repentina de Bernardo Miller y de su familia coincidiendo con el ingreso en prisión de un vecino de su urbanización que se dedicaba a la venta de marihuana.
