Viendo que el estado de salud de su madre, la Reina Isabel de Inglaterra, pasa por momentos muy delicados, el Príncipe Carlos ha cancelado todos sus planes y compromisos y ha empezado a estudiar a última hora todo lo que necesita saber para ser Rey de Inglaterra. “No sabía que entrase tanto”, ha reconocido al ver todo el temario.
Aunque sus asesores llevaban tiempo avisándole de que tenía que ponerse a, por lo menos, ojear los apuntes sobre cómo reinar un país, el heredero de la corona lo ha ido dejando y ahora intentará aprender en una noche todo lo que no ha aprendido en más de 50 años. “El Príncipe de Gales ha pedido varios litros de té y de café, se ha tomado un Ritalin y se ha encerrado en sus aposentos a empollar”, han informado desde la Casa Windsor.
En el Palacio de Buckingham preocupa el estado de nerviosismo del monarca, que lleva todo el día muy agobiado y malhumorado. “Me ha pillado el toro”, ha confesado al servicio de seguridad que lo acompaña. El Príncipe Carlos había dado por hecho que ya nunca reinaría y vivía muy relajado, pero de un día para otro su suerte ha sufrido un cambio radical.
Tras varias horas de soporífero estudio, el heredero de la corona ha confesado a su círculo más íntimo que “si después de toda la mierda que me he estado leyendo, la vieja no se muere, os juro que acabaré cometiendo un regicidio”.
