Consciente de que esta es la única manera de que los clientes acepten pagar lo que se les pide, esta mañana el Gobierno ha informado de que, a partir de esta misma semana, todos los trabajadores de las gasolineras tendrán que llevar pasamontañas para cobrar a los clientes. “Sin el pasamontañas se niegan a pagar”, reconocen desde el Ejecutivo.
Además de llevar pasamontañas, los trabajadores de las gasolineras deberán ir armados con pistola o navaja. “Los clientes llevan meses sintiéndose atracados, pero para que sigan pagando hay que transmitir la sensación de que están siendo atracados de verdad”, insisten los asesores de Moncloa. Hasta ahora, los conductores que iban a repostar solo se sentían robados cuando compraban un refresco en el interior de la estación de servicio.
Pensando en las gasolineras que no se puedan permitir pasamontañas, el Gobierno ha notificado que también sirven caretas de La Casa de Papel, siempre que se grite “la bolsa o la vida”. Desde Moncloa se recomienda tener siempre un coche en marcha en las estaciones para huir lo más rápido posible después de cobrar la gasolina a los clientes.
Por último, el Gobierno ha recordado que, desde hace unos meses, robar en gasolineras no estará penado en los cien años posteriores a la comisión del delito.
