Pocas horas después de que Marvel anunciara el primer Spiderman gay de la historia, San Fermín ha querido seguir sus pasos y ha anunciado el primer encierro con toros homosexuales. Los toros serán exactamente iguales que los de siempre, pero tendrán la particularidad de sentirse atraídos sexualmente por otros toros.
Gracias a esta iniciativa, San Fermín se erige como el santo más LGTBIQ+ “friendly” de todo el santoral, algo que ha molestado a algunos de los asistentes más conservadores a las fiestas. “Esos toros no deberían estar corriendo libremente por nuestras calles, podrían herir a algún niño”, declara un hombre que lleva diez años yendo a los encierros y que ha sufrido cinco cornadas.
Muchos corredores están preocupados porque la manada compuesta por toros homosexuales hará el recorrido por la otra acera, lo que supone una variación en el camino que puede generar imprevistos. “Está muy bien dar visibilidad a estos toros, pero no a costa de nuestra salud”, lamenta un hombre con un periódico enrollado en la mano. “Esos toros deberían hacer sus propias corridas, pero dejar las nuestras en paz”, insiste.
Los organizadores de San Fermín se han defendido de las críticas asegurando que, si los toros homosexuales no corrieran en los encierros, se extinguirían.