Tras años de discriminación y sufrimiento, el colectivo ‘runner’ ve al fin sus demandas cumplidas: Frigo sacará a la venta un Frigopié para supinadores y otro para pronadores, a fin de que cada cual consuma el que sea más adecuado a su forma de caminar. “Antes, comer un Frigopié era jugar a la ruleta rusa”, afirma el supinador Martín Pérez, quien ingresó cinco veces en la UCI tras consumir frigopiés con trazas de pronador. El propio Martín fue quien incentivó a los ‘runners’ a hacer un boicot a Frigo que culminó con el secuestro de un camión de helados. “Para que vieran que íbamos en serio, cada día cortamos el dedo de un Frigopié y se lo enviamos a la empresa”, confiesa Martín.
“Es una gran victoria”, sentencia Mercedes Cobo, ‘runner’ desde los 40 años. “Ya era hora de que se respetaran nuestros derechos”, celebra Bernardo Santos, ‘runner’ desde los 40 años. “Es un referente de lucha para las nuevas generaciones”, declara Maria Ruiz, de 37 años y que espera ser ‘runner’ muy pronto, quizá en tres años.
El departamento de I+D de Frigo ya trabaja en adaptar el Frigopié a otras disciplinas deportivas, como el Frigopié de Atleta, Frigopié de la talla 52 para jugadores de baloncesto o el Frigopié sin dedos para alpinistas. “Con este giro comercial esperamos recuperar a todos los deportistas que consumían nuestros helados, pero que perdimos cuando Andrés Iniesta empezó a hacer publicidad para Kalise”, afirman desde la marca.
