Forzar la sonrisa sin saber qué hacer mientras uno espera pacientemente a que amigos y familiares dejen de cantar «cumpleaños feliz» genera tanto estrés que es una de las principales causas de envejecimiento cerebral, según un estudio científico publicado esta semana. La investigación señala que «nadie sabe exactamente qué tiene que hacer o qué se espera de uno, y aunque la canción dura apenas unos segundos, el cuerpo lo siente como si durara años».
Lo más saludable, según el estudio, es unirse al coro de voces y cantarse a uno mismo «cumpleaños feliz», aunque esto es vergonzoso para muchas personas, dado que indica un ego desmesurado «al estar la propia persona que cumple años, uniéndose al ‘todos’ de ‘te deseamos todos’ y deseándose un feliz cumpleaños, lo que no solo es profundamente egocéntrico sino que genera paradojas que al cerebro le cuesta procesar». «En el trance mueren cientos de neuronas cada año, pero es mejor eso que quedarse como un imbécil sin hacer nada», explica Jeremy Guinness, director de la investigación.
Los científicos (un equipo de neurólogos, psicólogos y biólogos de la universidad de Tottencourt) lamentan que los humanos solo dispongan de una oportunidad anual para ensayar ese momento tan incómodo. Hay gente de más de 90 años que sigue sin saber cómo comportarse en esos momentos y, de hecho, esa presión a esas edades suele provocar la muerte. Ese es el motivo de que tantas personas fallezcan el día de sus cumpleaños. Algunas se suicidan a primera hora de la mañana, antes de que nadie tenga oportunidad de someterlas a ese trance.
