En la tarde de ayer, un hombre interrumpió una discusión para construir una máquina del tiempo, viajar al futuro y que el tiempo le diera la razón. Manuel Roblizo le pidió a su pareja que esperara un momento y, a toda prisa, se puso a construir el artilugio para resultar victorioso del combate dialéctico «y de paso librarme de una almorrana, ya que el tiempo todo lo cura».
Gracias a sus conocimientos sobre física cuántica, mecánica y colombofilia, Roblizo pudo completar su invento en apenas unos días y viajar al futuro, donde se encontró con su mujer, pero también con él mismo más envejecido. “Mi mujer me dio la razón, pero mi yo del futuro no, así que nos enfrascamos en una discusión y él me dejó a medias porque se fue a construir una máquina del tiempo que le llevara al futuro y le diera la razón”, se sincera el hombre.
Los expertos aseguran que, en el futuro, todo el mundo tendrá la razón. “Es pura lógica, el tiempo siempre da la razón, así que, si esperamos lo suficiente, todos la tendremos, aunque probablemente ya nos dará igual todo”, aclaran. A las autoridades les preocupa que la principal motivación de viajar en el tiempo sea ganar discusiones. “Es exactamente lo que pasa con internet: podríamos usarlo para millones de cosas, pero la gente lo usa para entrar en Wikipedia y demostrar que tienen razón sobre algo”, lamentan.
Tras una odisea de diez años viviendo en diferentes épocas, Roblizo regresó a su tiempo, donde su pareja, que ya había rehecho su vida, le acabó dando la razón como a los tontos, pero no por el tiempo. Ahora el hombre intenta construir una máquina del tiempo que le lleve al pasado para recuperar su vida.
