Tras años utilizando agua, finalmente los agricultores han decidido empezar a regar sus cultivos con vinagre de Módena para ahorrar tiempo al consumidor. De esta manera, no habrá que pasar por el trámite de echar este aliño a las ensaladas, lo que sin duda es un avance revolucionario para la gastronomía.
Los agricultores se dieron cuenta hace años de que su producto no era consumido tal y como ellos lo vendían: siempre se le añadía vinagre de Módena. Por este motivo han decidido regar directamente los cultivos con este líquido. “Es más costoso que el agua, pero los campos quedan preciosos y los vegetales riquísimos”, explica Alfonso Rodríguez de Austria, agricultor con más de 20 años de experiencia.
Además del vinagre de Módena, un gran rulo de cabra de varias toneladas de peso será plantado en el centro de cada huerto. El objetivo es que el consumidor no tenga que pasar por el mal trago de echar siempre el vinagre y el rulo, ya que este proceso ralentiza mucho las comidas y genera la sensación de que los agricultores venden un producto inacabado.
No es la primera vez que el sector de la agricultura vive un cambio de este calibre. Hace años, en Cataluña, se empezó a regar el trigo con aceite para tener prácticamente hecho el pa amb tomàquet.
