La principal causa de mortalidad infantil en España sigue siendo la ingesta de los plátanos negros que dan las abuelas a sus nietos. Cinco mil niños fallecen cada año en nuestro país debido a esos plátanos que ya no son aptos para el consumo humano, pese a que sus abuelas consideran que sí lo son. “Si esto está perfecto, todavía se puede comer”, son las últimas palabras que oyen estos desgraciados niños antes de morir.
Las abuelas españolas siguen empeñadas en que los plátanos son inmortales, y eso está provocando la muerte de sus nietos. “Lo que no nos explicamos los nutricionistas es que, luego, estas abuelas sean las primeras en decir que un plátano está demasiado verde para el consumo y no se lo dejen comer a sus nietos”, razonan desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.
Los niños españoles confían ciegamente en la experiencia de sus abuelas y acaban metiéndose esos plátanos negros y arenosos en la boca, lo que a las pocas horas les suele provocar un fallo multiorgánico. “¡Pero si es miel pura!”, gritaba esta mañana una anciana desde la puerta de la UCI del Gregorio Marañón, en Madrid, donde minutos más tarde fallecía su nieto Luis. “Mira, mira cómo me lo como yo”, añadía después dándole un mordisco a un plátano del color del carbón.
Los nutricionistas españoles y los fruteros no entienden por qué las abuelas tienen tantos plátanos negros en su poder e incluso sospechan que existe una red de compraventa de plátano negro con la que se están enriqueciendo para luego dar ese dinero a escondidas a sus nietos.
