Las filtraciones de audios de Whatsapp y el espionaje del CNI han llevado a políticos, empresarios y futbolistas a extremar precauciones y a huir de la tecnología para mantener reuniones confidenciales. Tanto es así que Ecovidrio se ha visto en la obligación de “pedir amablemente” a varias personalidades que “abandonaran el interior de nuestros iglús de reciclaje de vidrio” en los que, al parecer, se refugian últimamente para mantener encuentros secretos sin que nadie les vea ni les oiga.
“Es cierto que el interior del iglú es un espacio íntimo y alejado de las miradas de la gente, pero tampoco querríamos que recibieran botellazos en la cabeza. Nuestra prioridad es el reciclaje de vidrio, miles de españoles usan estos iglús cada día para lo que fueron originalmente diseñados y a ellos nos debemos”, explican desde la entidad. “A ellos y al futuro del planeta”, agregan.
Al principio, los empresarios en cuestión quedaban para ir juntos a reciclar, se aproximaban a la boca del iglú y, tapándose los labios con la botella, comentaban asuntos peliagudos o confidenciales en voz baja. Últimamente, viendo que con un poco de esfuerzo podían meterse dentro, han pasado a refugiarse en el interior, donde mantienen largas reuniones con total privacidad. “Cuando oyen el camión salen a empujones, mirando a los lados, tapándose la cara”, comentan desde Ecovidrio, que sí agradece que “al menos aprovechen para reciclar los botellines que se toman dentro”.
Ahora que ha trascendido este hábito, es común ver a periodistas rondando los iglús de Ecovidrio, cosa que tampoco gusta a los españoles de a pie que no siempre bajan a reciclar con sus mejores galas. “Nuestros iglús son para los héroes anónimos que reciclan sin esperar nada a cambio”, sentencia Ecovidrio, que se ofrece, eso sí, a “construir iglús para reuniones siempre que se utilicen para hablar sobre el futuro de nuestro planeta”.
