Los españoles están hartos de las encuestas, tienen cosas que hacer y amenazan con colgar el teléfono. Este es el panorama que muestra un sondeo del CIS sobre cuestiones de actualidad, realizado mediante 2357 entrevistas telefónicas entre el 26 y el 29 de abril, unos días de bastante jaleo político que, pese a todo, ha pasado a un segundo plano. La crispación política es solo la segunda preocupación de los españoles, bastante por debajo del tema que más agobia a los ciudadanos: contestar preguntas a la hora de la siesta.
La inmensa mayoría de los encuestados (89,7%) sostiene que no hace falta «andar preguntando todo, todo el rato» y creen que «basta con ir a Twitter a ver lo que opina la peña» (90,4%). Y muchos españoles parecen ser aficionados a la música porque colocan el teléfono junto al altavoz, dejando al encuestador hablando solo (79,2%).
El Centro de Investigaciones Sociológicas ha preguntado por segunda vez en menos de un mes por cuestiones que están afectando a la vida diaria del ciudadano, como son las consecuencias de la guerra en Ucrania, los efectos de la crispación en el debate político, el aumento de los precios de la energía, el cambio climático… Ante estas cuestiones, el 86% ha contestado a los encuestadores que «el titular de la línea no está y no se puede poner y, bueno, mira, soy yo, pero me da igual, te cuelgo, venga, a mamarla… es que hombre, ya está bien, el mes pasado igual y el anterior igual, sí, me preocupa todo eso» (12,3%), «apúntate mi número y memorízatelo para no volver a usarlo nunca más» (3,2%) y «¿estas llamadas las pago yo con mis impuestos o cómo va?» (73%).
