Rusia y Ucrania han confirmado este lunes su acercamiento de posturas respecto a la polémica sobre la agresión de Will Smith en la gala de los Oscar, el único tema del que se ha hablado hoy en todo el mundo. Ambos países han coincidido al señalar que la violencia (en la ceremonia de los Oscar) es inaceptable y no puede repetirse. Aunque no han acordado sanciones concretas (para el actor), sí coinciden en que sus disculpas son insuficientes.
Un miembro de la delegación de Kiev, David Arajamia, ha confirmado a la agencia UNIAN que tanto Rusia como Ucrania están de acuerdo en que la esposa de Smith, Jada Pinkett, «no necesita la tutela de nadie para defender su honor». Pese a esta sintonía general, ha habido en esta primera sesión de la cumbre algunos desencuentros entre miembros negociadores. «Es verdad que a veces tienes que defender a los tuyos pase lo que pase, en este sentido puedo entender la reacción emocional de Smith», señalaba el titular de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Vadim Denisenko, asesor del ministro de Interior ucranio, replicaba que «hay gente que tolera mejor la violencia que los chistes».
Pese a todo, ha habido consenso general a la hora de calificar de «reacción exagerada y machista» la bofetada del intérprete norteamericano. Las principales diferencias entre ambas delegaciones han quedado patentes en el momento de valorar el chiste de Chris Rock, que unos han considerado «de mal gusto» y otros «legítimo, guste más o menos».
Mañana, tanto rusos como ucranios esperan poder centrarse en su propio enfrentamiento cuando vuelvan a reunirse en Estambul, Turquía, porque «el monotema de hoy» no ha dejado tiempo para más, según reconocía esta tarde un portavoz del Kremlin.
