Quedándose sin tiempo, Matilde Grassens, de 68 años, ha empezado a ponerse nerviosa porque son ya las 5:59 de la mañana, está a punto de amanecer, y todavía no ha encontrado un buen meme de “buenos días” que enviar a toda la familia. “Mierda, mierda, mierda, mierda, todos los que veo son horribles y… fíjate qué hora es, está a punto de salir el sol y todavía no les he felicitado el nuevo día, ¿qué van a pensar? Ay, qué disgusto”, explica Grassens por teléfono a El Mundo Today, intentando contener su lógico ataque de nervios.
La mujer, como cada día, lleva despierta desde hace horas navegando por internet y preguntando a sus amigas si tienen “buen material”. “Send memes bitchesss!!!!”, habría pedido a las cuatro de la mañana, cuando se ha levantado, al ver que no tenía ni una sola imagen a la altura en el carrete de su móvil.
A Matilde, según explica al otro lado del teléfono, le preocupa enviar la imagen demasiado tarde: “Es que a lo mejor, si no ven el meme, creen que he muerto o piensan que no les quiero y me he olvidado de ellos”. Considera que enviar un archivo deseando los buenos días a las siete de la mañana, “cuando es ya casi mediodía”, no tiene ningún sentido. Anoche, según explica, ya quedó mal delante de toda la familia enviando el meme de ‘buenas noches’ a las 20:26 o, como ella dice, “casi a medianoche».
A última hora, fuentes de la familia Grassens han confirmado a El Mundo Today que la abuela Matilde, completamente desesperada, ha enviado una fotografía de una puesta de sol con un escudo del Atleti flotando, un delfín dibujado saliendo del agua y el texto “BUENOS DÍAS!!!!” y “La alegría es gratissss llévala siempre contigo”.
