«Llamadme pureta, pero para apreciar los matices de Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra hay que verla como mínimo en tableta o televisor», argumentaba esta mañana Tomás Vega Moralejo, un joven cinéfilo que considera que la calidad de algunos filmes no puede apreciarse en pantallas pequeñas y es necesario verlas «tal y como el director las concibió», es decir, en la pantalla de un televisor o de una tableta.
Vega reconoce que «no todo el mundo tiene tiempo para sentarse a ver una película en la tele, porque siempre tenemos series a medias, y sé que una peli es ideal para verla en el metro». Sin embargo, cree que algunas obras sí merecen un pequeño sacrificio. «Incluso en la tele de la cocina captas matices que en el móvil, mientras estás cagando, se te escapan», razona.
Sobre la posibilidad de ver películas en el cine, opción en la que este joven no había caído porque «es un hábito de gente mayor», argumenta Tomás Vega que «es cierto que la oscuridad de la sala permite ver mejor la pantalla del móvil, pero el ruido de los altavoces del propio cine impide que oigas bien la película incluso si pones el volumen del móvil al máximo».
