Francis Yáñez está pasando por una mala racha que pocos creerían. Después de vivir una pandemia global, ahora, cuando esta ni siquiera ha terminado del todo, parece que va a estallar una Tercera Guerra Mundial. “Es que todo me tiene que pasar a mí”, lamenta. “La gente ni se imagina las cosas que estoy viviendo últimamente”, insiste.
Yáñez considera que la vida debería darle un respiro. “Me siento como si alguien se estuviera ensañando conmigo”, se sincera en referencia a la guerra de Ucrania que ha estallado hace unos días a miles de kilómetros de su lugar de residencia. “Yo solo quiero vivir tranquilo, sin guerras, pandemias o cambios climáticos, como hacen todos los demás, vamos”, suplica.
El año de Yáñez ya empezó bastante mal. “Primero presidente de escalera y ahora una guerra mundial, de verdad que yo ya no sé dónde meterme”, protesta. Por si fuera poco el infortunio de tener que gestionar la economía de su edificio durante los próximos cinco años, en la tarde de ayer encontró un arañazo en el lado izquierdo de su coche. “A veces me pregunto si he hecho algo mal en otra vida y por eso se me castiga así en esta”, reflexiona.
“Ya solo me queda que caiga un meteorito enorme en la Tierra, es increíble por lo que yo estoy pasando”, declara ignorando el hecho de que, en apenas dos meses, tendrá que pedir cita para renovar el DNI, un trámite muy molesto y que podría acabar con la poca fortaleza mental que mantiene entre tantas tragedias.
