Las delegaciones de Ucrania y Rusia se han sentado hoy a negociar en un punto sin identificar en Bielorrusia, junto a la frontera con Ucrania. El jefe de la delegación de negociación rusa, el exministro de Cultura Vladímir Medinski, ha asegurado que Vladímir Putin busca un acuerdo que beneficie a ambas partes, y pide al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, «un gesto» para avanzar en las negociaciones, como por ejemplo dejarse matar.
«La muerte del presidente ucranio ayudaría a rebajar la tensión. Si usted se deja eliminar, podemos seguir hablando con un horizonte más claro», ha señalado Medinski, recordando que «negociar es ceder, en algún momento ambas partes tienen que sacrificarse».
Zelenski se ha mostrado reacio a que le peguen un tiro o lo envenenen, como ha quedado patente cuando ha insistido en rechazar un vaso de «poloni… agua, de agua» que le han ofrecido desde el bando ruso. «Solo pedimos matarle a usted y sustituirle por un interlocutor con el que podamos entendernos, con el que compartamos unas bases imprescindibles para llegar a acuerdos», ha insistido el jefe de la delegación rusa. «Si no acepta ni un vaso de polo… de agua, ¿cómo espera que aceptemos nosotros el fin de los ataques?», ha argumentado.
«Si acepto que me maten, me van a pedir más cosas, cada vez peores para mí y para mi pueblo. Si Putin se pega un tiro, entonces igual lo veo de otra manera. Ni siquiera pido matarlo yo, él mismo puede hacerlo a su manera. Y este gesto es posible que lleve a otro gesto por nuestra parte. Esta sería en estos momentos mi contraoferta», ha señalado el presidente de Ucrania.
La conclusión desde Moscú es que Ucrania «se cierra en banda» y que «manteniendo esta cerrazón y esta resistencia a morir, poco podremos avanzar por mucha voluntad que tengamos».
