Después de que la guerra interna del Partido Popular haya estallado ante la opinión pública, con cruce de acusaciones y un expediente abierto a Isabel Díaz Ayuso, el presidente de la formación, Pablo Casado, ha comparecido esta tarde con una pala retirando mierda de su propio partido.
«Hay quien critica que no diga nada, pero como pueden ustedes ver estoy demasiado ocupado limpiando este partido con mis propias manos. Es mi responsabilidad, arremangarme y mancharme si es necesario, así que aquí me tienen», ha comentado Casado.
Como hizo en su día retirando nieve en plena borrasca Filomena, el líder de la oposición ha exhibido su determinación a la hora de «apartar toda la mierda que se ha ido acumulando». También ha pedido la colaboración de todos, «ciudadanos, compañeros y periodistas», para no «esparcir la mierda aún más».
Como han señalado algunos reporteros, Casado se estaba limitando a mover la mierda de un sitio a otro, sin hacerla desaparecer pese a los esforzados palazos. «Esto no es como la nieve, que se disuelve sola con el tiempo, pero algo hay que hacer porque, si te quedas parado, te sepulta», ha reconocido el político.
Al cierre de la edición, se ha podido comprobar que la mierda del Partido Popular le llegaba a Casado a la altura del cuello.
