Tras la tormenta política suscitada por sus declaraciones a The Guardian sobre la mala calidad de la carne exportada por nuestro país, el ministro de Consumo Alberto Garzón vuelve a ser el centro de todas las críticas, en este caso por sus opiniones sobre la elección de la cantante Chanel para representar a España en el Festival de Eurovisión.
En una entrevista concedida ayer al diario británico The Independent, el titular de Consumo señala que España no debería «exportar música de mala calidad producida en Miami de forma industrial cuando tenemos a Rigoberta Bandini o las Tanxugueiras, músicas indies criadas en libertad».
Garzón ha querido salir al paso de la oleada de críticas que han provocado estas declaraciones asegurando que se han manipulado sus palabras como ya ocurrió con sus opiniones sobre las macrogranjas. El ministro afirma que él nunca habló específicamente de música de mala calidad. Según Garzón, «lo que yo dije es que me sangran los oídos cada vez que escucho esa puta mierda ultraprocesada» y animaba a «consumir música de buena calidad, producida siguiendo los estándares europeos y que no provoque contaminación acústica».
Igualmente, en la entrevista del diario inglés se puede leer: «The motherfuckers of SONY, BMG and WARNER can eat my shit». Unas palabras que Garzón considera claramente mal traducidas por The Independent: «Yo simplemente dije que los comemierdas de las multinacionales se están cargando la industria. En ningún momento mencioné a SONY. Y menos a WARNER: me flipa Batman. De hecho, yo tengo algo de Caballero Oscuro».
En cualquier caso, el ministro cree que esta polémica carece de sentido porque todas sus aseveraciones se verán confirmadas «cuando Chanel se estampe en Eurovisión y hagamos una vez más el ridículo».
Finalmente, y tratando de zanjar el tema de las exportaciones, Garzón asegura que quizá el problema de España no sean los cerdos o la música sino simplemente «que producimos gente de mala calidad: ellos son quienes realmente provocan todas estas polémicas».
