Aunque solo se conocen desde noviembre, en la noche de ayer dos parejas decidieron comprar cuatro entradas para el concierto que la cantante inglesa Adele ofrecerá este verano en Londres, ignorando que su amistad no es lo suficientemente sólida como para confiar en que seguirá vigente dentro de seis meses.
Las dos parejas se han dejado llevar por su admiración por la artista y también por lo mucho que han congeniado en estos escasos dos meses. Han comprado los vuelos reservando asientos conjuntos y también han alquilado un apartamento para cuatro. Ahora, estas cuatro personas se enfrentan a unos meses de enorme presión por mantener la buena sintonía.
Aunque lo ideal sería que no se vieran demasiado, tampoco pueden romper mucho el contacto porque la relación se podría enfriar. La situación es realmente complicada, porque si encima se separase alguna de las parejas, las entradas se convertirían en un infierno emocional y burocrático. Lo que ahora en enero parece un viaje soñado a Londres, en julio podría ser la peor experiencia de sus vidas.
De momento, Adele se mantiene ajena a esta situación pero ya son muchas las personas que le han pedido que adelante el concierto y ahorre así meses de sufrimiento a las dos parejas.
