Esta semana se ha descubierto que la Iglesia católica española llevó a cabo al menos un millar de inmatriculaciones irregulares entre 1998 y 2015. Esa cifra tan alta ha preocupado a muchos inquilinos y arrendadores, así que a continuación nuestros expertos de Idealista te muestran los cinco señales que indican que tu domicilio ha sido inmatriculado por la Iglesia.
En tu baño hay una enorme pila de agua bendita. Tus manos ya son sagradas para millones de católicos de todo el mundo.
Decenas de personas vienen, de una a siete, a ponerse de rodillas en el confesionario que hay en tu salón. Aunque a priori no lo parezca, recibir a decenas de personas buscando confesión en tu casa no es lo habitual en las viviendas normales.
Cada vez que quieres encender una luz tienes que pagar un euro. Tu factura de la luz es la más cara de toda España y eso sí que es un milagro.
Tu amigo el vampiro sufre importantes quemaduras cada vez que viene a visitarte. Esa relación de amistad se truncó por todos los crucifijos que hay en las paredes de tu casa y no por ese Bizum tardío.
Siempre vas vestido con un hábito de cura y de hecho llevas años siendo cura. En realidad tu nombre es Padre Damián y llevas años dando misa en tu casa, que en realidad es la Iglesia del Santo Corazón de Jesús.
