El periodista de la cadena Cope Carlos Herrera se ha desplazado este fin de semana a Abu Dabi, la capital de Emiratos Árabes Unidos, donde ha tenido un encuentro con Juan Carlos I. A su regreso a España, las autoridades lo han detenido al detectar que llevaba un emérito escondido en el ano, supuestamente para introducirlo en el país de forma ilegal.
Aunque Herrera no ha querido hacer declaraciones, parece claro que la visita a Abu Dabi no era más que una excusa para llevar a cabo la operación. Juan Carlos I había admitido en varias ocasiones que deseaba regresar a España.
«Caminaba arqueando las piernas de forma muy poco natural, hecho que levantó todas las sospechas. Los ladridos de los perros acabaron de confirmarlo», explica un agente de aduanas desde el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. «Lo siento mucho», podía oírse desde el interior del cuerpo del periodista.
La Guardia Civil advierte del peligro para la integridad física que supone introducirse un monarca por el ano, especialmente sin retirar antes el bastón, «por mucho que los españoles estén más que acostumbrados a que la Casa Real les dé por esa misma parte de su anatomía».
