Después de años compartiendo visionados, una pareja de Guadalajara ha tomado esta semana la decisión de abrir la relación a otras series. “Tengo ganas de explorar otros géneros, otros personajes, cosas que lo que veo con mi pareja no me estaba dando”, se sincera Marisa Jimeno, de 32 años. “Yo ya había perdido la emoción, todo era siempre muy previsible, necesitaba nuevas tramas”, apunta Rubén Cartuja, de la misma edad.
Al inicio de la relación, Marisa y Rubén estuvieron muy enganchados a Juego de Tronos y ahora creen que quizás fue un error. “Empezamos muy a tope, veíamos los capítulos en bucle y eso al final desgasta”, subrayan. Ahora los dos han tomado la decisión de ver series por separado, aunque eso no significa que no quieran seguir viendo algunos contenidos juntos de vez en cuando. “Es una medida para evitar agobios, lo peor es estar viendo una serie juntos y que te sorprendas pensando en otra”, declaran.
«No me importa que vea otras sin mí mientras yo no me entere», expresa Marisa. “Lo que tampoco queremos es que se vaya hablando de otras series todo el rato o que se vean demasiadas”, confiesan. “Hemos decidido evitar los ‘spoilers’ por si acaso acabamos viendo la misma serie por separado”, añaden.
Esta decisión tomada por la pareja está generando algunas tensiones. La principal tiene que ver con la elección de las plataformas: Marisa quiere darse de alta en HBO Max mientras que Rubén pretende seguir siendo fiel a Netflix. “No vamos a pagar dos suscripciones, podemos ver otras series pero siempre y cuando estén en la misma plataforma”, argumentan ambos.
