Esta semana, una familia ha aprovechado la tregua del volcán de La Palma -que desde hace días solo muestra pulsos muy esporádicos de actividad estromboliana- para construir justo debajo un nuevo chalet con piscina. La construcción se ha llevado a cabo en tiempo récord porque preocupaba que la emisión de gases afectara a los obreros. “Las vistas del volcán desde casa son realmente espectaculares”, se sincera Jacinto Campillo, propietario de la vivienda.
El chalet cuenta con una imponente piscina que se mantiene caliente gracias a la actividad sísmica que tiene justo debajo. “Ha sido una obra muy barata, realmente el precio del suelo de esta zona es muy asequible”, declara Campillo. “Pronto aparecerán muchos otros chalets por aquí, pero nosotros hemos sido los primeros”, recuerda.
Aparte de lo económico de la construcción, el invierno será muy llevadero en la casa porque el suelo de la zona todavía está caliente. “Vamos descalzos de habitación en habitación y hasta nos arden los pies”, presumen. “Es la casa de nuestros sueños, si algún día le pasara algo sería realmente duro, por suerte está muy bien construida”, declara Jimena Rupito, la madre de la familia.
Con lo que se ha ahorrado con este chalet, la familia está planteándose construir una segunda residencia a orillas del Ebro. “Nos encantaría tener una casa cerca del agua para poder escuchar la corriente desde la cama”, se sinceran.
