Esta mañana, el árbol de Navidad ha anunciado su intención de tapar un trozo de la pantalla de la tele el próximo mes y medio. Su rama impedirá la correcta visión de las series y películas durante todas las fiestas pero nadie hará absolutamente nada al respecto porque el sitio del árbol siempre ha sido el mismo y no se va a cambiar ahora.
Además de tapar la tele, el árbol de Navidad también ha anunciado que bloqueará uno de los sillones más cómodos del salón y dificultará seriamente abrir una de las ventanas. “Es solo mes y medio, el resto de los diez meses y medio del año podremos disfrutar de toda la casa en plenitud”, tranquilizan los habitantes de la vivienda.
Como deferencia a su audiencia, los canales de televisión emitirán en formato 3:4 en lugar de hacerlo en 16:9 hasta febrero para que la presencia de la rama estorbe lo menos posible. En las retransmisiones de partidos de fútbol se procurará priorizar la visibilidad de la portería del equipo rival para que se vean los goles a favor y no en contra.
Cuando la Navidad se acabe, la única motivación para quitar las decoraciones será volver a disfrutar plenamente del cine y de la televisión, ya que durante los meses festivos resulta imposible, aunque tampoco es que haya mucho que ver porque, conscientes de la situación, las cadenas invierten poco dinero en estas fechas.
