Fatiga, malestar general, dificultad para respirar, dolor de cabeza… todos estos síntomas pueden ser provocados por la variante del Covid llamada omicrón, pero también pueden deberse a haber comido demasiado en estas fechas navideñas. Ahora que hay escasez de test de antígenos y abundancia de comida, es muy difícil diferenciar una cosa de la otra. Por suerte, nuestros expertos consultados aclaran cómo hacerlo.
Por ejemplo, si te cuesta levantarte de la cama y crees que has tenido un contacto estrecho con una caja de Ferrero Rocher, lo más probable es que hayas comido demasiado y no estés infectado con el virus.
Si tu dificultad para respirar se ha producido después de ingerir el séptimo trozo de cordero al horno que hace tu madre, casi con total seguridad te podemos decir que no eres positivo en Covid.
Has notado que la comida ya no te sabe a nada, pero eso no es por el Covid, ya que la variante omicrón no quita el gusto; lo que te pasa es que has comido tanto que has perdido la capacidad de diferenciar sabores porque tus papilas gustativas están saturadas.
Si tu cansancio general solo aparece a las cuatro de la tarde y se va a las ocho, cuando te despiertas para seguir comiendo turrón, ahórrate las llamadas a tus contactos estrechos, tú lo que tienes es un empacho.
Cuando notes que tienes fiebre pero esta viene acompañada de diarrea y de vómitos, descarta la posibilidad de Covid y abraza la realidad de que esas ostras navideñas no estaban en el mejor estado.
Si has perdido las ganas de moverte, hablar o vivir, si te sientes ansioso o deprimido, no tienes Covid, lo que tienes es la consciencia de ser un individuo insignificante dentro de la propia insignificancia del ser humano respecto al universo, has entendido que no eres trascendente, ni necesario, que la vida carece de sentido y solo el hecho de autoengañarte puede darle algo de sentido efímero, o quizás buscar una distracción que te haga olvidar el sinsentido en el que vivimos, hasta que te aburras o veas que no se te da tan bien y entonces vuelvan el sopor y la desesperanza y solo rendirte y esperar la muerte te motive. Eso o que has comido demasiados polvorones.
