Tras anunciar la empresa de reparto de comida Deliveroo que dejará de operar en España, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo suplirá a partir de diciembre, “y durante las semanas que haga falta”, el trabajo que hacen ahora mismo los 3.800 ‘riders’ de la compañía. “La ciudadanía ni siquiera va a notar que esta empresa se ha ido de España, es más, el servicio va a mejorar”, prometía Yolanda Díaz en una entrevista concedida esta semana y en la que aseguró estar preparada físicamente y tener la bicicleta a punto.
“Vamos a dar respuesta a la demanda de todos esos ciudadanos que quieren recibir una hamburguesa por cuatro euros a las once de la noche sin levantarse del sofá, claro que sí”, dijo Díaz, dispuesta a demostrar que España “no necesita a esas empresas explotadoras para nada”.
La vicepresidenta, de quien ya se conoce su férrea disciplina de trabajo y que duerme muy pocas horas, compaginará su jornada laboral dedicada a la política con el reparto de pedidos, aprovechando los viajes oficiales, algo que ya ha sido muy criticado por Teodoro García Egea, secretario general del PP. «He pedido unas alitas barbacoa y todavía no me han llegado, ¿no estaremos perjudicando a los españoles expulsando a empresas que generan riqueza y nos facilitan a todos las cenas?», se ha quejado esta mañana el político popular en una sesión de control del Congreso mientras mostraba su pedido, aún no entregado, en su móvil.
«Señor García Egea, le voy a dar un dato: su pedido estará listo en 40 minutos», le ha contestado la vicepresidenta entre aplausos mientras se colocaba el casco y la mochila y salía corriendo del Hemiciclo.
Díaz también se ha ofrecido a suplir a todos los conductores de Cabify que sea necesario porque aún tiene sitio en la mochila para uno o dos españoles cuyo destino coincida con las 5000 rutas que tiene que cubrir esta mañana.
