El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, protagonizó hace unos días una divertida situación que se hizo viral cuando, en una comparecencia ante los medios de comunicación, confundió unas molduras de su atril y, pensando que estaban hechas para cocinar un pollo, lo asó allí mismo y en plena conferencia de prensa. “Ah, que esto no es… bueno, parecía lo de pinchar el pollo y darle vueltas….”, dijo riéndose.
“Ahora tengo problemas, no sé cómo… a ver… ¿Agua? No la veo”, dijo sin saber cómo apagar la pequeña hoguera que había encendido él mismo para asar el pollo. “Agua, agua”, pidió el ministro, incapaz de encontrar el vaso de agua apoyado sobre el metacrilato transparente.
“¡Necesitamos un atril lleno de agua!”, gritó. A continuación, los periodistas de la sala hicieron una cadena humana para usar un segundo atril como recipiente con el que recoger agua del baño y poder apagar el fuego. “¡Se está quemando el pollo!”, dijo el ministro entre risas.
A última hora, diversos periodistas han informado de que el ministro Escrivá acaba de protagonizar un nuevo incidente con un atril de metacrilato: lleva media hora hablando con él al confundir su propio reflejo con otra persona.
