Vuelco histórico en el reparto de apoyos familiares: por primera vez en seis años, papá ha desbancado a mamá como favorito en las encuestas, según un sondeo del Observatorio de la Infancia. El informe, presentado esta mañana, señala que el «sorpasso» ha coincidido con una etapa de mayor tiempo de calidad en el hogar, que papá ha sabido rentabilizar mejor que mamá, que apostó por el continuismo.
«La campaña de incentivos -Play Station 5, cachorro de golden retriever, domingos de pizza- ha potenciado la cercanía de papá, al que se percibe como una persona que escucha y atiende a las necesidades que se le plantean», explica Ude, de once años. «Mamá dice que es populismo y que ella toma las medidas necesarias que nadie quiere asumir para que todo funcione, pero es muy importante controlar el relato y en esto papá ha mejorado», añade.
Tiempo de calidad, mayor implicación en los proyectos comunes, cercanía y comprensión -que no permisividad-. Estas son, según papá, las claves de sus buenos resultados en las encuestas. Mamá, por su parte, considera que papá «ha prometido cosas que no podrá cumplir» y confía, pues, en que al final la realidad se imponga y los niños comprendan que las medidas a largo plazo que benefician la convivencia y la educación son la apuesta ganadora, y que «los reclamos puntuales se desvanecen porque no son sostenibles en el tiempo, y pronto se presentan como lo que son: propaganda».
Papá reitera que «los niños valoran los enfoques positivos, no la cultura de la queja». Una visión que mamá considera «simplista» y «tramposa» porque explota una «vulnerabilidad psicológica de los niños: la incapacidad de pensar en nada más allá del mero presente».
Pese a todo, mamá ha prometido «tomar buena nota del mensaje» y tratar de «conciliar mi proyecto familiar con una perspectiva constructiva e ilusionante».
