Se viven momentos de mucha tensión en un domicilio privado de Castelldefels. Una madre ha empezado a contar hasta cinco sin tener ni idea de qué hará si su hijo no deja de portarse mal. El miedo se ha apoderado Laura Castellón Muñiz porque normalmente su hijo corrige su comportamiento antes del dos, pero hoy está aguantando mucho más de lo habitual.
Castellón ha anunciado el número tres con la voz temblorosa, sabiendo que, si llega a cinco, el farol que lleva años marcándose ante su hijo se verá completamente expuesto. “No tengo nada, toda la educación que le he dado a mi hijo está sujeta a esta farsa”, lamenta con preocupación. “Si ve que llego al cinco y no hay consecuencias le estaré empujando a una vida de criminalidad y miseria”, admite.
Mientras el niño sigue golpeando las paredes de la casa con un martillo, Laura Castellón lleva casi un minuto alargando el cuatro. “Se trata de un duelo de poder sin precedentes en este domicilio”, reconocen fuentes familiares cercanas al conflicto. “En los próximos segundos esta relación maternofilial puede cambiar para siempre y las consecuencias son impredecibles”, añaden estas fuentes.
La prensa desplazada al lugar de los hechos ha informado de que, en estos momentos, el niño se ha quedado parado esperando a ver si su madre llega al cinco. “Claramente la mujer está sin ideas, esto es histórico”, relatan los reporteros.
Finalmente, en un alarde de improvisación, Laura Castellón ha ganado tiempo siguiendo la cuenta hasta diez, aunque eso no hará más que retrasar el problema. “No descartamos que acabe contando hasta mil. De todas formas, su credibilidad se ha visto muy mermada ante su hijo”, informan los medios desplazados al domicilio.