El 60% de las preguntas que se formulan son en realidad reflexiones en voz alta que no requieren propiamente una respuesta. Es la principal conclusión de un estudio presentado hoy por expertos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que salieron a la calle a preguntar a la ciudadanía sobre la forma en la que expresa habitualmente sus dudas, aunque más que una pregunta fue una reflexión sobre el modo en el que se pregunta habitualmente.
«Más que preguntar, invitamos a los encuestados a reflexionar sobre este aspecto concreto de la comunicación humana, fundamental para el intercambio de información, y en el cual, si uno se para a pensarlo, hay más unidireccionalidad que diálogo. Vamos, desde mi punto de vista», ha explicado esta mañana el responsable del informe, Venancio Serrano.
Tras presentar los resultados de la encuesta que, más que una encuesta, era una puesta en común de valoraciones personales, varios periodistas han querido preguntar a los expertos del CIS sobre la naturaleza de estas reflexiones formuladas como preguntas. «Me pregunto si esta realidad no es un síntoma del egoísmo imperante en nuestra sociedad individualista, en la que nos interesa más decir que escuchar, y pontificamos incluso cuando se supone que nos estamos interesando por lo que otros puedan decirnos. Insisto: es una duda que lanzo para quien quiera recoger el guante», ha preguntado uno de los presentes, a lo que Venancio Serrano no ha dudado en contestar que «esa reflexión debe llevarnos a otra pregunta: ¿No es acaso esta situación una paradoja de los tiempos interconectados que vivimos? Es decir, ¿no nos están acostumbrando las redes sociales a opinar por encima de todo, y por tanto a comunicarnos menos?».
El estudio del CIS confirma también que dos de cada tres preguntas no tienen que responderse ahora sino en unos minutos, después de la publicidad.
