El humorista Joaquín Reyes fue detenido ayer jueves en el aeropuerto de Cerdeña, en Italia, donde se disponía a presentar su nueva novela, «Subidón», en el ciclo de conferencias «Umorismo e letteratura» organizado por la Universidad de Cagliari. Es la segunda vez que Reyes es detenido: en febrero de 2018 se le confundió con Carles Puigdemont durante una grabación de uno de sus ‘sketches’ para «El Intermedio». Parece que ha ocurrido lo mismo esta segunda vez.
El abogado del cómico ha declarado a la prensa que su representado no ha hecho rap alguno y que, por lo tanto, es de esperar que sea liberado una vez se verifique su auténtica identidad. Lamenta que no pueda disponer de ningún testimonio que acredite su inocencia porque todos los testimonios de Reyes son el propio Reyes con peluca.
«Bajón» ha sido lo único que ha declarado el albaceteño, que vive este tipo de confusiones como un auténtico calvario. El propio Puigdemont, desde Bruselas, se ha ofrecido a contactar con la justicia italiana para confirmar que han detenido al individuo equivocado. La decisión está en manos de los jueces de apelación.
La justicia española está ahora pendiente de la extradición de Joaquín Reyes, consciente de que España no se puede permitir perder a un solo humorista tras las últimas desgracias acontecidas en el país.
