El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha hecho llegar hoy una nota interna al Gabinete de la Presidencia alertando de que las crisis en Ceuta y en Afganistán podrían derivar en un alud de películas de Fernando León de Aranoa en las que la gestión del Ejecutivo podría ser duramente criticada. Propone Albares la creación de una comisión especial para adelantarse a este problema y «diseñar una estrategia común para evitar futuros daños a la reputación del Gobierno de España».
«Fernando León es uno de los cineastas más comprometidos socialmente y no dudará en posponer otros proyectos si los dramas humanitarios actuales se le antojan suficientemente urgentes», razona el ministro. «Lo ocurrido en Haití preocupa menos, pero tampoco está de más extremar precauciones para no darle al señor León una excusa para ofrecer una mala imagen del Gobierno», explica en su nota interna, a la que ha tenido acceso este medio.
El director de cine es, por tanto, uno de los principales agentes culturales que fuerza en estos momentos al Ejecutivo de Pedro Sánchez a estar a la altura de las circunstancias. «Una película tarda un tiempo en escribirse, producirse y rodarse, su estreno podría coincidir perfectamente con las próximas Elecciones Generales», señala Albares, que alerta de que «el cineasta ya tendría material para apuntar contra el Gobierno, especialmente sobre la expulsión de menores marroquíes».
Exteriores sugiere que el presidente del Gobierno debería, al menos, «interrumpir sus vacaciones y comparecer ante la opinión pública, pero especialmente ante Fernando León, para no darle motivos para poner en cuestión el compromiso con el que España está afrontando estos desafíos».
Fuentes de La Moncloa ni confirman ni desmienten el rumor según el cual, a través del diario El País, se estaría intentando cerrar una entrevista con León de Aranoa para preguntarle por sus próximos proyectos.
