Aunque seguramente Felipe VI no está de acuerdo con la marcha de Sergio Ramos del Real Madrid, esta mañana se ha visto obligado a firmar su finiquito tal y como contempla la ley. El Rey de España no tiene objeción de conciencia y por tanto no ha podido hacer otra cosa que facilitar la salida del capitán del Real Madrid.
Después de 16 temporadas vistiendo de blanco, el jugador sevillano abandona el Real Madrid con la complicidad del monarca, que al estampar su firma en el finiquito deja que Ramos negocie con cualquier club del mundo. Esta situación ha generado mucho malestar en numerosos sectores de la sociedad y ya se prepara una manifestación en la plaza de Colón de Madrid para denunciar este fin de contrato, que se considera anticonstitucional.
La más activa en la protesta ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid e hincha del equipo blanco, Isabel Díaz Ayuso, que ha lamentado que se haga al Rey cómplice de algo así. “¿En serio ha firmado esa rescisión del contrato?”, ha preguntado visiblemente molesta. “Este finiquito viola los estatutos del club, Sergio Ramos no puede salir por la puerta del Bernabéu como si no hubiera hecho nada”, ha insistido.
Después del mal trago de tener que firmar el finiquito de Sergio Ramos, Felipe VI ha confesado que algún día le gustaría redimirse y poder firmar un graduado escolar a nombre del futbolista. “Sé que no es fácil pero para mí sería un orgullo muy grande”, ha reconocido a su círculo más cercano.
