El único informático del mundo que tenía una pareja formal y estable ha anunciado este martes su divorcio tras 27 años de matrimonio. La pareja ha explicado en un comunicado conjunto publicado en Twitter que, después de esas casi tres décadas de relación y trabajo conjunto, ha tomado la decisión de romper su matrimonio. «Demasiado bonito para ser verdad», reconocía el informático.
«No estaba programado», ha asegurado el hombre, que ha insistido en que «cometí un error fatal que hubiera persistido incluso después de reiniciar la relación en modo a prueba de fallos». Dice que, aún hoy, sería incapaz de decir qué tecla pulsó en su día para que se ejecutara el romance y no cree que sea capaz de repetir el proceso.
«Me tenía en segundo plano y, cuando le pregunté si quería seguir, le dio a que no», confiesa el informático con resignación. «Una relación es cosa de DOS», añade con tristeza.
«Creo que me ha dejado por un monitor», sentencia el informático.