El Puigdemont de siempre pero, esta vez, con una carcasa de Esquerra Republicana. Así es la tercera versión presidencial por la que se ha optado finalmente en Catalunya, una versión que ha prometido mayor capacidad de procés que las anteriores.
Investido hoy en el Parlament de Catalunya, el Puigdemont_v3_def_ok ha exhibido su poder neoconvergente pese a su configuración externa y ha prometido mayor resistencia a los golpes. El sector independentista espera que las promesas no se queden en el entorno de simulación como hasta ahora. «Se puede mojar si hace falta», insisten desde JxCat.
La agenda soberanista es el principal atractivo que los dos desarrolladores ofrecen con este nuevo president, aunque Esquerra hace hincapié en la capacidad de gestión y JxCat promete rapidez. Dos prestaciones cuya compatibilidad es puesta en duda por los más escépticos.
«Lo normal es que no duren nada, al final es todo marketing y enseguida quedan obsoletos, cuando no retirados del mercado por imperativo gubernamental, así que ya veremos. Todo apunta a que es otro rediseño sin cambios profundos en los circuitos internos, con lo de Esquerra actuando más como un plugin que otra cosa», argumentan desde el PSC.
La clave es, según los analistas, su compatibilidad fuera del entorno nativo. Algo que se pondrá a prueba en cuanto arranque la legislatura.
