La candidata fascista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, ha forzado esta mañana la interrupción del debate electoral en la Cadena SER indignando a todos los presentes en el estudio de la emisora. Aunque el primero en abandonar el edificio del grupo Prisa ha sido Pablo Iglesias, las proclamas nazis de Monasterio han acabado irritando incluso a los más entrenados en el blanqueamiento de la ultraderecha. Finalmente, Monasterio se ha quedado sola en las instalaciones y, con el micrófono abierto, se ha adueñado de la antena de la SER.
La emisión en abierto de proclamas nazis en una cadena de alcance nacional está extendiendo la indignación por todo el país hasta el punto de que, incluso con las restricciones de movilidad, miles de ciudadanos intentan en estos momentos irse de España, totalmente incapaces de seguir conviviendo con el fascismo.
«Los hemos echado del debate de la SER y pronto los echaremos de España», presumía mientras tanto el partido de Monasterio en las redes sociales, refiriéndose a todos los demócratas.
Solo un anuncio de Carglass programado con anterioridad, seguido de otras quince cuñas publicitarias, ha dado un leve respiro a la audiencia de la radio de Prisa, que luego ha vuelto a dar la palabra a la candidata fascista, que parece encontrarse muy a gusto en un medio de comunicación convertido ahora mismo en un altavoz de la ultraderecha.
