Un equipo de arqueólogos de la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto esta mañana en la capital de España unas pinturas primitivas tapando un mural feminista del distrito de Ciudad Lineal. «Por los garabatos y los trazos poco refinados podemos deducir que pertenecen al hombre de cromañón y que deben de tener unos 44 millones de años de antigüedad», señala la jefa del equipo de investigadores, Laura Lozano.
El hallazgo, descrito en la revista Science Advances, ofrece la evidencia más temprana de asentamientos humanos en España. «Los tachones reflejan la expresión bruta de emociones poco elaboradas, por lo que estamos hablando de los primeros ejemplares del homo sapiens, más cercanos a los actuales simios», insisten los arqueólogos.
Lo que los especialistas no se explican es que las pinturas tapen un mural miles de años posterior. «Puede que los pigmentos hayan aflorado ahora por su composición, habrá que estudiarlo», reconocen.
La aparición inesperada de restos de arte rupestre incluso en regiones plenamente avanzadas es un fenómeno ocasional que los expertos celebran como «piezas de museo que nos recuerdan que venimos del mono y nos permiten apreciar lo mucho que hemos mejorado».
