“En estos momentos, nuestra democracia se halla bajo un ataque sin precedentes. Pero esto no es una protesta, es una insurrección”. Así de tajante se ha mostrado el presidente electo, Joe Biden, animando a Pablo Iglesias a dar un paso al frente y dirigirse por la televisión nacional a sus seguidores para pedirles que abandonen su pretensión de atentar contra la soberanía popular.
“El día de ayer fue un doloroso recordatorio de cuán frágil es la democracia”, insistió Biden, instando a restablecerla y a recuperar también el decoro y la dignidad, dinamitados por las imágenes de los desmanes de los simpatizantes de Unidas Podemos en el Capitolio. “Esto es un asalto a los representantes del pueblo, a los funcionarios de la Policía que han prometido protegerlos. Es un asalto al imperio de la ley, un asalto a lo más sagrado de los esfuerzos americanos. Exijo a Pablo Iglesias que vuelva a la senda democrática y acepte el resultado de las urnas”, sentenció Biden con firmeza.
“Las palabras de un vicepresidente segundo importan: en su mejor expresión, pueden inspirar; en la peor, incitar”, añadió Biden, por lo que pidió al instigador del asalto que diera un paso al frente para animar a sus seguidores a deponer su actitud. “Solicito al líder de Podemos que salga en televisión nacional ahora y cumpla con su juramento, defienda la Constitución y exija el fin de este asedio”, insistía.
Haciendo oídos sordos, el líder de Podemos recurrió a su canal de comunicación favorito, la red social Twitter, para publicar un mensaje tibio en el que en ningún momento condenó los hechos y, al contrario, afirmó comprender las razones y los sentimientos de los alzados.
Más tarde, Pablo Iglesias se puso a seguir al populista Jake Angeli -conocido ya como «el coletas» en Estados Unidos por su estrafalario atuendo de piel- en todas las redes sociales.
