Nada más instalarse en el despacho oval, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ordenado retirar el llamado «botón de la Coca-Coca Light» del que disponía su antecesor en el cargo. Donald Trump ha reaccionado con sorpresa al trascender la decisión y ha asegurado que ahora entiende por qué le servían un refresco cada vez que ordenaba un ataque nuclear.
«¿Dónde demonios estaba entonces el botón de las bombas? Se supone que era ese», ha protestado esta mañana el ya expresidente. «Inútiles, inútiles todos», se ha quejado.
«Al principio, cuando pulsaba el botón, le administrábamos un ansiolítico, pero empezó a sospechar. Finalmente logramos que el refresco saciara sus impulsos. Él nunca relacionó el botón con la Coca-Cola, pero siempre le apetecía y cuando se la servíamos se olvidaba del bombardeo, lográbamos distraerle», explica una fuente anónima de la Casa Blanca.
Expertos señalan que el «botón de los refrescos» se accionó en más de 3800 ocasiones, coincidiendo normalmente con un enfado de Trump. «No existiría la humanidad si no se le hubieran servido refrescos», aseguran.
Al cierre de la edición, Biden ha tenido que recibir asistencia médica porque ha pulsado por curiosidad un botón rosa que había en la mesa de su despacho y le ha caído encima el cadáver de una prostituta rusa que se creía desaparecida desde 2017.
