Araceli Hidalgo, la usuaria de la residencia Los Olmos de Guadalajara que ha sido la primera española en recibir la vacuna contra la covid-19, ha acudido hoy a su centro de salud a por una segunda dosis pero dice que no cree que vaya a haber una tercera porque “solo quería tontear un poco por probar nuevas experiencias” y no tiene intención de seguir pinchándose. “Yo controlo. Simplemente me la pongo porque… bueno, creo que me sienta bien. Si no quiero, no me la pongo”, ha declarado eufórica al salir del centro.
En declaraciones a los periodistas ha señalado que, al igual que con la primera dosis, se encuentra bien, aunque cree que nota menos “los efectos”. Tras reposar un ratito el pinchazo, ha aseverado que el hecho de haber sido la primera en ser vacunada le supone “una gran alegría”, aunque admite que esta segunda vez ha sentido “como menos subidón”.
“La primera vez fue… qué te diría yo… La vacuna es la auténtica salud”, ha dicho. Y ha lamentado que algunas compañeras suyas estén obsesionadas con la vacuna. “Yo no, yo controlo, no soy una esclava de la dama blanca (la vacuna), que es muy puta y siempre pide más y más, pero aquí mando yo”.
Según los testigos, al cabo de un rato Araceli Hidalgo ha golpeado a las enfermeras con una silla plegable acusándolas de haber rebajado su dosis con agua “o alguna mierda” porque no ha sentido nada.
