Con la limitación de personas fijada por Sanidad para reunirse en Navidad, la mejor opción para disfrutar de estas fechas señaladas es dar un rol familiar a cada mueble de tu casa, pero esa tampoco es una tarea fácil porque cada mueble es diferente y no todos pueden ocupar el lugar de un ser querido. Por suerte, nuestros expertos de Idealista te dan consejos para hacerlo.
Píntale un bigote a la mesa y utilízala como padre. Llénala de colillas y de copas vacías y sentirás que tu padre está ahí contigo como cualquier otro año.
Ponle una peluca al sillón de al lado de la ventana para que sea tu abuela. Es cierto que no podrás oírla decir cada cinco minutos que son sus últimas Navidades pero, por lo demás, no notarás ninguna diferencia respecto a otros años.
La puerta cerrada de la que nadie puede escapar debería ser tu tía Pura. Para no olvidar esa claustrofobia que sientes cada vez que tu tía Pura te pregunta sobre tu vida, dale el rol de una puerta cerrada y quédate encerrado con ella en la habitación.
Levanta y baja la tapa del váter constantemente para que haga de tu cuñado. Como cada año, podrás desahogarte con él sin que te importen demasiado sus sentimientos.
El suelo será tu madre porque es la que soporta todo el peso familiar. Friégalo antes y no olvides pisarlo sin que se haya secado totalmente.
Que la librería haga de tu hermano el cerebrito. Ponle unas gafas a la librería para que adopte el rol de hermano resabido, así podrás sentirte menos inteligente también este año.
Que la lámpara de pie haga de tu mujer porque no tienes. Puedes hacer que todos los demás muebles te pregunten cuándo te comprarás la lámpara de pie, y así no solo sentirás que estás en 2019 otra vez, sino que echarás de menos la soledad de 2020.
