Después de la histórica jornada de ayer, en la que se suministró la vacuna del coronavirus por primera vez en España, Sanidad ha confirmado que morder a Araceli Hidalgo, de 96 años, equivale a administrarse la vacuna. “El procedimiento es muy sencillo, solo hay que acercarse a esta señora y morderla en el cuello, el brazo o en cualquier punto en el que haya una vena visible”, ha especificado hoy el ministro Salvador Illa mostrando una foto de Araceli en rueda de prensa.
Desde el Ejecutivo recomiendan rodear a Araceli Hidalgo e ir cercando su paso hasta que quede completamente arrinconada. “Lo mejor es ir a por ella en grupos de diez o doce”, aconseja el ministro de Sanidad. “No importa saltarse las restricciones porque, al morder a Araceli, nos hacemos con sus anticuerpos y pasamos a estar inmunizados inmediatamente”, tranquiliza. “La vieja corre rápido, así que hay que emplearse a fondo”, avisan desde La Moncloa.
Gracias a esta iniciativa de morder a la señora Hidalgo, el Gobierno se ha ahorrado el dinero de más de 110 millones de dosis de la vacuna. “Al final solo había que traer una”, confirman los expertos. “Lo importante es que los anticuerpos ya están en Araceli, ahora solo hay que ir sacándoselos a bocados”, añaden. “Su piel parece blanda, pero hay que hincar bien el diente o el mordisco será insuficiente”, continúan.
Ahora, la mayor preocupación del Gobierno es que Araceli Hidalgo se ha pinchado anabolizantes para correr más rápido y huir de quienes la quieren morder. “Le ha cogido el gusto a las jeringuillas”, lamentan. “Araceli está demostrando muy poca solidaridad”, declaran decepcionados desde el Ejecutivo. “Al final tendremos que sacar al ejército para aprisionarla”, concluyen.
