Esta mañana, la mujer de pelo azul que viajó al año 2001 para recomendar Neutrex a una señora que era incapaz de lavar correctamente sus blusas blancas se ha sincerado en una entrevista. “Debí haber avisado de lo del Covid, pero es que esa lejía es buenísima”, ha admitido.
“Igual podría haber ayudado a evitar esta pandemia mundial, pero habría condenado a la humanidad a llevar blusas amarillentas”, ha reconocido la mujer. “Estamos hablando de una lejía que no salpica y que deja tu ropa más protegida”, se ha justificado. “Eso me parece más importante que cualquier otra cosa”, insiste.
Aunque no se ha evitado la pandemia de coronavirus, gracias a esta viajera en el tiempo la gente infectada está pudiendo ser tratada por médicos con batas más blancas. “Ir al hospital y encontrarte con decenas de batas amarillentas o rotas era algo que no podía permitir, y más sabiendo la enorme afluencia que iban a tener estos centros”, explica.
La mujer del anuncio de Neutrex ha tenido que desmentir que la lejía que envió al pasado sirviera para curar el Covid tal y como sugirió Donald Trump hace unos meses. “No, esta lejía solo limpia muy bien la ropa, y ese me pareció motivo más que suficiente para viajar en el tiempo y dársela a una señora”, concluye.