La marca de turrones Vicens ha anunciado la suspensión “temporal” de su ensayo clínico en fase 3 (Phase III Double-blind Placebo-controlled Study of AZD1222 for Prevention of COVID-19 in Adults de Almendra y yema quemada) para prevenir la infección por covid-19. La razón es una “inexplicable reacción adversa” en uno de los voluntarios. “Síntomas a los que no nos hemos enfrentado nunca porque es la primera vacuna que hacemos, pero hablamos de sarpullidos, mareos y diabetes”, explican desde Torrons Vicens.
“Tras recibir muchas dosis de la vacuna, el paciente voluntario ha engordado muchísimo, ha perdido el apetito y dice sentirse empachado de vacuna. También se queja de dolor de muelas porque la verdad es que la vacuna está dura como su puta madre”, explica el jefe de la investigación, Ángel Velasco, jefe turronero del obrador de la firma en Agramunt.
Pese al resultado “rarísimo” de la investigación, la marca considera que, como cualquier empresa, tenía la obligación moral de investigar tratamientos y vacunas para el coronavirus con los medios disponibles. En su caso, avellanas, azúcar, miel y chocolate. “Hemos hecho lo que hemos podido y la investigación no está dando resultados, pero había que intentarlo”, explica Velasco.
Vicens no ha especificado si el paciente voluntario que ha enfermado recibió turrones vacuna o turrones placebo. Si siguen adelante con la investigación esperan poder presentar dicha vacuna en la Fira del Torró de Agramunt, que se celebra antes de Navidad.
